Balbuceo antes de dormir

Hoy fue un día bastante productivo. Pude rescatar 6 libros que compré, 5 chiquitos de Editorial Salvat, de la Enciclopedia de Grande Temas, que de verdad me gustan muchísimo. Y Las Kuitas del Hombre Mosca, de Eduardo Liendo. Este año será full lectura. Me he vuelto loco y he comprado muchísimos libros, tengo demasiado qué leer. Tengo muchísimos libros en PDF y en físico y actualmente me estoy leyendo varios a la vez, siendo el principal por los momentos y hasta que lo termine, porque así lo he decidido, el Werther de Editorial Salvar, Biblioteca Básica. Voy por la página 38. Lo leí mientras hacía mis diligencias y procuraré leerlo un poco más al terminar esta entrada. Ando usando el transporte público y es bastante agradable. Me gusta. Incluso con lo desagradable que pueda ser en algunos momentos, como lo uso para ir a buscar mis queridos libros, es realmente gratificante el proceso y todo. Me motivan mucho mis libritos. El conocimiento me da placer. Pero no para acumularlo sin sentido, sino que me enriquece, lo asimilo y lo hago mío. Leo el Werther porque he sido Werther este año desde que conocí a mi Carlota rubia en enero. Historia que pienso redactar y contar en su momento, ha sido increíble. Me ha hecho leer Werther, ¿me explico? xD Además, mi vocación profesional es comunicarme, expresarme, ayudar a los demás, dar consejos. Estas son mis motivaciones vitales. Todo conocimiento que me lleve a la tumba lo daré por perdido. Aunque no del todo, gracias a Dios, por aquello del inconsciente colectivo. Pero la idea es ayudar a cuantos se pueda, como se pueda. Empezando por uno mismo. Hoy no comí tan mal, pero tampoco tan bien. Comí en la feria del C.C. Expresso Chacaíto, una parrilla mar y tierra de 3.300 Bs. que en realidad terminó costándome 3.680 Bs. Y estuvo buena, con aguacatico y todo; por los dos contornos, pedí yuca y ensalada césar. Le dejé un poco a una mendiga que estaba en la feria. Luego al llegar a casa me hice un litro de limonada con un agua fría que tenía en la nevera y un montón de azúcar, como siempre me ha gustado (veneno). Me comí también las papas que hice anoche, cuando cociné una tortilla de huevos con queso amarillo de bola y pechuga de pavo, con mantequilla. Ahora iré por unas pepitonas con aceite de oliva. Comenzaré a preparar comida más seria y más frecuentemente. Por ejemplo, me gustó cocinar ese montón de papas y que aún me queden unas cuatro en la nevera, que puedo calentar en el microhondas (aunque sea dañino). Ahora me comeré unos plátanos maduros antes de que se pudran, pues los verdes están aún muy duros. Y compré varios verdes para tener plátano un buen tiempo. ¡Se me acabaron los limones con esa limonada, debería comprar! ¡Y bastantes! Conservarlos en la nevera es la clave para que no se me dañen, como solía ocurrirme y como aún me ocurre con mucha de la fruta que compro y con los últimos 3 aguacaticos que me he comprado, desgraciadamente. Debo comerme el montón de papas que tengo, de las 2 bolsas de 2 Kg. que compré de papitas amarillas medianas en 1.600 Bs. cada una. Es decir, 800 Bs. el Kg. No puedo permitir que se me pudran, como ya me pasó con una bolsa anterior... Lo bueno de esta mala experiencia fue que aprendí a reconocer el olor de las papas buenas y malas. Fue genial.

Mañana rescato más libritos Salvat, ya les comentaré sobre ellos. Y sepan que planeo leerme muchísimos libros este año, e iré publicando una reseña de cada uno. Incluyendo, pero no limitándome simplemente a, escribir diariamente mis impresiones sobre lo leído ese día. Aunque debo incluir un libro de aprender a leer más rápido en esos. Lo buscaré en físico. Me dedicaré al negocio de la compra-venta de libros, de verdad que soy todo un bibliófilo. Me produce demasiado placer poseer, sostener y desgustarme con la lectura de mis libros en físico. Sus distintas editoriales, sus dueños anteriores, sus marcas del tiempo, sus cicatrices. Me encantan. ¡Hasta ese rico olor a libro viejo! Algunos incluso con perfumes de desconocidas casas de, al menos en apariencia, acomodadas señoras de buen gusto. Estoy arreglando mi carrito Mazda MX-3 de 1992. Temporalmente está parado por falta de cauchos. Ya les subiré foticos, para que lo conozcan y para que exista un registro del antes y el después, ya que lo pienso poner muy, muy bonito. Justo conocí a un excelente mecánico, primo de un buen amigo, que es experto en Mazdas MX-3, siendo dueño de uno propio y hasta el líder y creador de un Club Mazda MX-3. Para él, y doy fe de ello, el MX-3 es el mejor carro del mundo. Sin embargo, por estar con el carro parado, he faltado a la universidad los pasados días lunes y miércoles, únicos de la semana en los que tengo clases, Ignoro cómo repercutirá esto en mis dos materias Grandes Reportajes y Taller de TV, pero espero pasarlas ambas, haré todo lo posible. Solo que ir en autobús hasta la uni no me convence. Ey, sí me gusta el transporte público, pero ir a la universidad en el horario que tengo... de 10 a.m. a 12 m. y luego de 6 p.m. a 8:30 p.m. No, demasiado sacrificado. En el carro es una cosa, pero ya ir en autobús es horrible. Si hoy fui a buscar mis queridos libritos a Ciudad Universitaria y, de regreso, en Plaza Venezuela, tuve que esperar a que se me colearan en 2 trenes, para recién entrar al 3ero que llegó, ya determinado a atropellar a quien tuviera que, con tal de montarme en esa máquina, aprovechar mi tiempo de vida y llegar a mi destino.

Este proyecto de blog me gusta mucho. Tengo mucho qué decir. Mucho qué expresar. Me gusta escribir. Este sábado comienzo mi curso de Community Manager, que pienso aplicar directamente en mí mismo, en este blog y todo. Les iré comentando lo que vaya descubriendo y aprendiendo poco a poco. Debo hacer ejercicio. Y, sobre todo, arreglar la lavadora. Llamar a mi primo. Comer sano y bien. Crear mi menú, Leer mis cartas. Crear videos para Youtube, grabarme, comprar micrófono. Leer mis libros. Leer, leer y leer. Arrancar con mi proyecto en MercadoLibre. Comenzar a crear los tentáculos del Pulpo, para organizar mejor la información. El inifnito es mi Dios. Gracias por su atención, versiones fractales de mí mismo y de todo lo que existe.